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Las familias productoras serán siempre el principal eslabón que inicia la cadena de valor, cuando a productos agrícolas se refiere. A la mayoría de esta materia prima, no se le da valor agregado, por tanto, se hace necesario tomar en cuenta de qué manera se impulsan las oportunidades del mercado, para conseguir negocios viables; analizar el ecosistema de oportunidades con las familias agricultoras de manera directa y crear relaciones de negocios con Mypimes, entre otros, en pro de la dinamización de la economía local.

Para mejorar la cadena de valor y enfrentar los desafíos, se hace necesario que los involucrados en la misma, desarrollen estrategias que aprovechen el potencial humano y agrícola. Por este motivo, nos hemos reunido con representantes de la Embajada de Alemania para mostrar lo que la juventud del campo y ciudad está realizando. El año pasado el CII-ASDENIC, realizó la primera edición de un concurso llamado EVA-Challenge, mismo del que surgieron ideas emprendedoras vinculadas con el sector agrícola, que pueden impulsarse hasta convertirse en empresas viables. En este encuentro, integrantes de dos iniciativas; la primera llamada DESHI-5 (Creación de deshidratadores aprovechando energía del sol) y la segunda llamada ALIVIA-TÉ (Cadena de valor del té de menta e insulina) compartieron su experiencia, así como el impacto social y ambiental que tienen sus iniciativas.

Luego de este encuentro en las instalaciones del CII-ASDENIC, se visitaron las parcelas de fresas en la comunidad “El Castillito” en el municipio de Las Sabanas, donde escuchamos la experiencia de un productor y su familia; que han generado ingresos a través de cultivos no convencionales. Además, al encuentro asistieron 4 jóvenes (dos mujeres y dos hombres) de la comunidad de Buena Vista, quienes también compartieron acerca de, cómo el rubro de la fresa ha contribuido a mejorar su calidad de vida, al dejar de ser solamente jornaleros que trabajaban para otros y cultivar en sus propias parcelas.

Consideramos que este encuentro fue una experiencia muy enriquecedora desde diferentes aspectos: Se conoció la vida de las familias productoras en el campo, su día a día en contacto con la naturaleza, cultivos no convencionales como fresas, moras y uchuva; uso de tecnologías limpias, vínculos entre las familias del campo y emprendedores universitarios, y el aporte de la juventud en la dinamización de la economía rural y urbana.