
En la comunidad “El Socorro” localizada en Palacagüina municipio del departamento de Madriz, visitamos a una familia que se dedica a la producción y multiplicación de plantas de uvas. Ahí conocimos a la productora Darling Vellorín Morales quien nos habló acerca de este rubro tan cotizado. Este se introdujo de forma experimental al país en 1975, mediante parcelas demostrativas, donde evaluaban su capacidad de adaptación al clima de diferentes zonas del como: Granada, Sabaco, Estelí, Jalapa, Somoto y Palacagüina. Los resultados del estudio indicaron que Palacagüina presentaba excelentes condiciones para cultivar uvas, ya que, esta zona tiene una altura entre los 700 a 800 msnm (sin embargo eso no significa que no se puede adaptar a otras zonas más altas). Las familias aprovecharon este estudio para multiplicar el material vegetativo de esta planta e implementarlo en sus propias parcelas.
La uva es una planta trepadora, que requiere de suelos franco-arenosos, se siembra a una distancia de 3 x 3 metros entre planta y surco, se adapta a temperaturas que oscilan entre los 25 a 35 grados y a una altura entre los 0 a 1000 msnm. La variedad que cultivan en Palacagüina es Palieri (fruta color morado oscuro) y la forma más común de reproducirla es por estaca. Al igual que otros cultivos necesita nutrientes necesarios para desarrollarse, como son el Nitrógeno (N), Fosforo (P) y Potasio (K), así como, otros macro y micro elementos.
Esta se cultiva en pérgola o ramada, de la misma manera que se hace con las parras. La primera cosecha se realiza a los 6 a 8 meses de haberse sembrado. La vida útil de una planta de uvas es de 8 a 10 años con sus respectivas podas. Cuando se siembra, se le pone el tutor para guiarlo a la espaldera o ramada, en este instante se realiza la primera poda de formación, después se realiza la poda de producción. Para inducir la planta a producción se hace uso de una hormona llamada Dormex, esta se compra en Costa Rica y se aplica 75 cc por litro de agua.
Una pregunta que se realizó en el intercambio fue ¿Qué pasa si no se encuentra el Dormex, que es una hormona necesaria para el brote de las yemas?
Darling Vellorín realizó una tesis acerca de sistemas de inducción en el cultivo de la uva (brote de yemas y fructificación), se evaluaron varios métodos como: Método de torsión, método de poda y el método de aplicación con Dormex. Según los resultados que mostró la investigación, los mejores métodos fueron el de torsión y Dormex, ya que producen el mismo efecto. El método de poda no fue tan efectivo.
En cuanto a enfermedades, una de las que más afectan a la uva es el mildiu provocada por un hongo. La mejor forma de identificar un ataque de mildiu es, que en el haz de la hoja podremos ver una mancha aceitosa y en el envés de color blanquecino. Lo más indicado es combatirlo de manera preventiva.
La temporada de uvas es usualmente en diciembre, pero este cultivo es capaz de dar dos cosechas al año. El estimado de cosecha de una planta adulta con buen manejo, es de a 150 libras por planta. Algo muy interesante es que las familias se guían con la luna para poder realizar las respectivas podas. Se poda en cuarto creciente y a veces en cuarto menguante.
Con respecto a la comercialización de la fruta, se realiza de manera local. Las uvas las venden a los habitantes que son comerciantes en el territorio a 50 córdobas y ellos luego lo venden entre 100 o a 120 córdobas al consumidor final.
Las familias productoras de uvas también han sido afectadas por la variabilidad climática, ellos expresan que el año pasado hubo lluvias muy copiosas, que les hicieron perder parte de la cosecha. Teniendo en cuenta los desafíos que enfrentan las familias con el cambio climático, nos llamó la atención que sus patios están muy diversificados con cultivos de granos básicos, café y árboles frutales; de esta manera, aseguran la alimentación de sus familias y mitigan los impactos del cambio climático.
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