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La fresa sigue siendo un cultivo no tradicional, inclusive algunos nicaragüenses que viven en otras partes de Nicaragua, desconocen que se cultiva en nuestro propio país. El territorio de Las Sabanas continúa siendo una zona idónea para el cultivo de fresa, especialmente por sus condiciones climáticas y altura. Además, en este municipio es posible encontrar, productores con más de 20 años de experiencia en este rubro.

En Buena Vista, este cultivo se ha convertido en una oportunidad de emprendimiento para la juventud del territorio, ya que, generalmente muchos jóvenes de esta comunidad han trabajado como jornaleros para otros agricultores propietarios de tierras, con un ingreso promedio de C$ 100 el día y de manera temporal; lo que significa muchas veces, que no tienen ingresos suficientes para el sustento de sus familias. Esto trae como consecuencia, inseguridad alimentaria para las familias, lo que a su vez, les impide disfrutar de una calidad de vida plena y saludable.

Con la implementación de parcelas de fresas, en el marco del proyecto: Fortalecimiento de las capacidades productivas para el cultivo de la fresa (Fragaria spp) en productores y productoras de la Comunidad Buena Vista, con el apoyo de la Embajada de Alemania en Nicaragua, las familias productoras tienen la oportunidad de generar más ingresos.

Como parte de nuestro seguimiento, se realizó un encuentro con familias productoras de fresas que han cultivado sus propias parcelas de 200m², con el propósito de evaluar y reflexionar junto con las familias acerca de los retos y desafíos a los que se enfrentan, entre los podemos mencionar:

– Variabilidad climática: Las familias productoras están propensas a los efectos que causan la sequía y las fuertes lluvias. La fresa es un cultivo que requiere ciertas condiciones específicas, por ejemplo, debe tener suficiente agua y estar protegida de los fuertes vientos y lluvias. Por este motivo, el uso de invernaderos para proteger estos cultivos, es una alternativa para disminuir los daños ocasionados por el exceso de humedad; de igual manera, se debe buscar alternativas para acceder al agua durante la temporada de sequía.

– Integración familiar: Una de las principales ventajas que tiene este grupo es el fácil acceso a sus parcelas, ya que se localizan cerca de sus hogares, permitiendo que los demás integrantes del hogar colaboren en el cuido y mantenimiento de las mismas.

– Comercialización: La fresa ha demostrado ser un cultivo de mucha demanda, sin embargo, las familias productoras como estas, deben estar conscientes de la importancia de formar una alianza, que les permita satisfacer la demanda del mercado. Una sola familia productora no podría lograrlo, en cambio para las 15 familias unidas que están produciendo este rubro, la meta de comercialización se hace más alcanzable.

– Solidificar el trabajo en equipo: Para lograr lo antes mencionado, es necesario fortalecer el trabajo en equipo y que las familias se apoyen unas a otras. No solo desde el punto de vista técnico, sino también para fortalecer las relaciones. intrapersonales e interpersonales.

Además visitamos la comunidad «El Castillito», donde -a diferencia de las familias productoras de Buena Vista- las parcelas están localizadas a una mayor distancia del hogar. Sin embargo, estas parcelas cuentan con la experiencia de adultos mayores que en conjunto con sus hijos han trabajado en este valioso cultivo durante muchos años. Algo interesante que pudimos encontrar fue la incorporación de otro cultivo no convencional, como es el caso del rubro de la Uchuva o Aguaimanto (Physalis peruviana), que gracias a la dedicación de Dn Luis Méndez, ha sido reproducido en cantidades mayores. Su meta es continuar expandiendo este cultivo que ha tenido demanda en ferias locales.

También, agradecemos el apoyo de cooperantes de INTERTEAM que están dispuestos a vincularse con la comunidad, conocer la potencialidad del territorio y apoyar en este trabajo, promoviendo más emprendimientos rurales, con el fin de que las familias generen sus propios ingresos.